Desarrollada por Daniel Kahneman y Amos Tversky en 1979, esta teoría revolucionó nuestra comprensión de cómo las personas toman decisiones bajo riesgo.
Explica numerosos comportamientos como la renuencia a vender acciones perdedoras, la tendencia a asegurar ganancias pequeñas pero arriesgar grandes pérdidas, y la atracción hacia loterías y seguros simultáneamente. Proporciona el fundamento para muchas estrategias de inversión conductuales.
Popularizada por Daniel Kahneman en su libro "Pensar Rápido, Pensar Despacio", describe dos modos distintos de pensamiento que influyen en nuestras decisiones.
Ayuda a comprender por qué a menudo tomamos decisiones financieras impulsivas basadas en emociones (Sistema 1) en lugar de análisis racionales (Sistema 2). Proporciona un marco para desarrollar estrategias que equilibren intuición y análisis en decisiones como inversiones, presupuestos y planificación financiera.
Concepto desarrollado por Richard Thaler que explica cómo las personas categorizan y evalúan las transacciones económicas mediante un conjunto de cuentas cognitivas.
Explica por qué las personas pueden tener simultáneamente deudas de alto interés y ahorros de bajo rendimiento, o por qué gastamos más fácilmente ganancias inesperadas (como bonos) que ingresos regulares. Tiene implicaciones importantes para el diseño de programas de ahorro y educación financiera.
Modelo matemático que describe cómo las personas valoran las recompensas a lo largo del tiempo, mostrando una preferencia por recompensas inmediatas sobre las futuras.
Ayuda a explicar por qué las personas tienen dificultades para ahorrar para la jubilación, tienden a acumular deudas, y posponen decisiones financieras importantes. Es fundamental para el diseño de instrumentos financieros con mecanismos de compromiso como cuentas de ahorro con restricciones de retiro.
Aspecto | Economía Tradicional | Economía Conductual | Psicología Financiera |
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Supuestos sobre el comportamiento | Racionalidad perfecta, maximización de utilidad | Racionalidad limitada, influenciada por sesgos cognitivos | Comportamiento complejo determinado por factores cognitivos, emocionales y sociales |
Procesamiento de información | Completo y eficiente | Limitado por capacidades cognitivas | Filtrado por experiencias previas, emociones y marcos mentales |
Preferencias | Estables y consistentes | Variables según el contexto | Moldeadas por historia personal, cultura y estados emocionales |
Enfoque metodológico | Modelos matemáticos deductivos | Experimentos controlados y observación | Métodos mixtos: cuantitativos, cualitativos y clínicos |
Aplicación práctica | Políticas económicas macro | Diseño de "nudges" y arquitectura de elección | Educación financiera personalizada y terapia financiera |
Tendencia psicológica a sentir el impacto negativo de las pérdidas con mayor intensidad que el placer derivado de ganancias de igual magnitud. Este fenómeno, identificado por Kahneman y Tversky, sugiere que las personas experimentan aproximadamente el doble de dolor psicológico por perder una cantidad que la satisfacción por ganar la misma cantidad.
Sesgo cognitivo que describe la tendencia humana a depender excesivamente de la primera información ofrecida (el "ancla") al tomar decisiones. En contextos financieros, esto puede manifestarse cuando los precios iniciales, ofertas o incluso números aleatorios influyen desproporcionadamente en valoraciones posteriores o negociaciones.
Fenómeno de mercado caracterizado por aumentos rápidos y sostenidos en los precios de activos que exceden significativamente sus valores fundamentales, impulsados principalmente por factores psicológicos como el entusiasmo excesivo, el comportamiento de manada y la creencia de que los precios seguirán aumentando indefinidamente.
Conjunto de operaciones cognitivas utilizadas por individuos para organizar, evaluar y mantener un seguimiento de sus actividades financieras. Implica la categorización del dinero en diferentes "cuentas mentales" basadas en criterios subjetivos, a menudo tratando fondos equivalentes de manera diferente según su origen o propósito asignado.
Modelo matemático que describe cómo las personas tienden a preferir recompensas menores e inmediatas sobre recompensas mayores pero más distantes en el tiempo. A diferencia del descuento exponencial utilizado en la economía tradicional, el descuento hiperbólico muestra tasas de descuento que disminuyen con el tiempo, explicando comportamientos inconsistentes como la procrastinación y la dificultad para ahorrar.
Tendencia de las personas a valorar un objeto más cuando lo poseen que cuando no lo poseen. En contextos financieros, esto puede manifestarse como la reluctancia a vender acciones o propiedades a precios que estarían dispuestos a pagar si estuvieran comprando esos mismos activos.
Error de razonamiento que consiste en considerar los costos irrecuperables ya incurridos al tomar decisiones sobre acciones futuras. Financieramente, esto puede llevar a mantener inversiones perdedoras o continuar con proyectos fallidos debido a la cantidad de recursos ya invertidos, en lugar de evaluar racionalmente los costos y beneficios prospectivos.
Atajo mental por el cual juzgamos la probabilidad o frecuencia de un evento basándonos en la facilidad con que ejemplos vienen a la mente. En decisiones financieras, esto puede llevar a sobrestimar riesgos ampliamente reportados (como crashes bursátiles) y subestimar riesgos menos visibles pero potencialmente más probables.
Tendencia a pensar en términos de valores nominales (cantidad de dinero) en lugar de valores reales (poder adquisitivo). Esta distorsión cognitiva puede llevar a decisiones subóptimas cuando hay inflación o deflación, como preferir aumentos nominales de salario que no mantienen el ritmo con la inflación.
Fenómeno psicológico en el que tener más opciones puede resultar en mayor ansiedad, indecisión y, paradójicamente, menor satisfacción con la elección final. En contextos financieros, la abundancia de productos de inversión, planes de jubilación u opciones de crédito puede paralizar la toma de decisiones y llevar a resultados subóptimos.
Concepto desarrollado por Herbert Simon que reconoce que, cuando los individuos toman decisiones, su racionalidad está restringida por la información disponible, limitaciones cognitivas y tiempo finito. En lugar de optimizar (encontrar la mejor solución posible), las personas tienden a "satisfacer" (elegir la primera opción que cumple con criterios mínimos aceptables).
Tendencia a buscar, interpretar, favorecer y recordar información que confirma creencias o hipótesis preexistentes. En inversiones, puede manifestarse como la búsqueda selectiva de información que respalde decisiones ya tomadas, ignorando datos contradictorios que podrían indicar la necesidad de reevaluar la posición.
Preferencia por el estado actual de las cosas, percibiendo cualquier cambio como una pérdida. Financieramente, esto puede resultar en inercia que impide ajustar carteras de inversión, cambiar de proveedores financieros o actualizar estrategias presupuestarias incluso cuando hay claras ventajas para hacerlo.
La psicología financiera se nutre de diversas disciplinas que enriquecen su comprensión de la toma de decisiones económicas. Esta integración de perspectivas permite un análisis más completo del comportamiento financiero humano.
La neurociencia financiera utiliza técnicas de neuroimagen para estudiar la actividad cerebral durante la toma de decisiones financieras. Ha revelado cómo diferentes sistemas neuronales (como los asociados con recompensa, miedo y control cognitivo) compiten o colaboran cuando evaluamos riesgos, recompensas y opciones financieras.
La sociología examina cómo las estructuras sociales, las normas culturales y las dinámicas de grupo influyen en el comportamiento financiero. Explica fenómenos como el consumo conspicuo, la transmisión intergeneracional de hábitos financieros y cómo diferentes grupos sociales desarrollan relaciones distintivas con el dinero.
Integra perspectivas de la psicología con la teoría económica para crear modelos más realistas del comportamiento humano. Se centra en identificar y explicar las desviaciones sistemáticas de la racionalidad perfecta, desarrollando teorías que incorporan sesgos cognitivos y factores emocionales en modelos económicos.
El estudio histórico de burbujas financieras, pánicos y crisis proporciona contexto valioso para entender patrones recurrentes en el comportamiento de mercados e inversores. Revela cómo diferentes entornos económicos, tecnológicos y regulatorios interactúan con la psicología humana para crear ciclos de euforia y miedo.
Aporta comprensión sobre trastornos relacionados con el dinero como la compra compulsiva, la avaricia patológica o la ansiedad financiera crónica. También proporciona técnicas terapéuticas que pueden aplicarse para modificar comportamientos financieros disfuncionales y mejorar el bienestar financiero.
Estudia cómo diferentes culturas conceptualizan el dinero, el valor y el intercambio económico. Revela la diversidad de significados simbólicos que el dinero puede tener y cómo estos significados influyen en comportamientos financieros que pueden parecer irracionales desde una perspectiva puramente económica.